Los ficus son plantas muy populares en jardinería y una forma sencilla de propagarlas es a través de esquejes en agua. En este artículo te explicaremos paso a paso cómo hacerlo de manera efectiva.
Para empezar, selecciona un tallo sano y joven de tu planta de ficus. Corta el esqueje con una tijera afilada en un ángulo de 45 grados justo por debajo de un nodo, que es donde crecen las hojas. El esqueje debe tener al menos dos nudos para poder desarrollar raíces con facilidad.
Retira las hojas inferiores del esqueje para evitar que se pudran al estar sumergidas en agua. Luego, sumerge la base del esqueje en agua tibia para estimular el desarrollo de raíces. Cambia el agua cada dos días para mantenerla fresca y oxigenada.
Coloca el esqueje en un recipiente transparente con agua, de manera que los nodos estén sumergidos pero las hojas superiores queden fuera. Coloca el recipiente en un lugar con luz indirecta y temperatura estable para favorecer el enraizamiento.
Es importante mantener el agua limpia y a temperatura ambiente para evitar la formación de bacterias. Además, asegúrate de mantener el nivel de agua constante para que las raíces puedan desarrollarse adecuadamente.
Una vez que el esqueje haya desarrollado raíces de al menos 5 cm de longitud, estará listo para ser trasplantado a tierra. Elige una maceta con tierra para plantas de interior y coloca el esqueje en ella, manteniendo el sustrato húmedo pero no encharcado.
Ahora que sabes cómo hacer esquejes de ficus en agua, anímate a probarlo en casa y experimentar con la propagación de tus plantas. ¡Descubre la satisfacción de ver crecer nuevas plantas a partir de esquejes!